Él recordó que cuando en 1998 trajo la risoterapia a Venezuela pocos entendían eso de hacer ejercicios para reírse y sin humor. “Nadie necesita que le enseñen reír”, le llegó a decir su amigo el humorista Claudio Nazoa.
Pero lo cierto es que está comprobado científicamente que la gente que más se ríe tiene mejor salud. Que cuando la persona se ríe se conecta con el lado positivo y ve sus problemas de otra manera. Y en el caso de la risoterapia, se aprende a no depender de terceros para reír.
Belilty explica que en cada clase los asistentes aprenden al menos seis ejercicios que luego pueden aplicar en casa, para reír por su cuenta.
La terapia de la risa produce cambios en la actitud de cada persona, que se transforman luego en grandes cambios en el ambiente, cosa que se agradece en un país como Venezuela.
El risólogo 001 también se ha dedicado a la enseñanza de las técnicas para reír, desde hace par de años. Hasta ahora ha graduado a unas 120 personas como facilitadoras del mensaje de la risa.