Por: Menahem Belilty
Unos amigos compraron unos libros sobre felicidad que no cubrieron sus expectativas y me propusieron recomendar algunos textos sobre el tema. Hoy vamos a hablar de un clásico indispensable “La Ciencia de la Felicidad”, de Sonja Lyubomirsky. Ella es licenciada en psicología por la Universidad de Harvard y doctora en psicología social por Stanford, es profesora en la Universidad de California. Es Premio Templeton de Psicología Positiva del 2002. Tiene más de 20 años estudiando científicamente la felicidad y cómo desarrollarla. Una autoridad en la materia, lo bueno es que utiliza un lenguaje muy sencillo con recomendaciones prácticas.
Me gustó mucho la cita de Aristóteles que dice “quien no es feliz con lo que tiene no será feliz con lo que quiere conseguir”. En resumen aprecia y agradece lo que tienes hoy, solo así apreciaras cuando las cosas mejores lleguen.
Este libro no es cuestión de fe, de opinión ni de debate, sino de método científico. Junto a Ken Sheldon, realizaron “intervenciones de felicidad”, logrando importantes hallazgos. “La felicidad no es un golpe de buena suerte que debamos esperar, como ganar la lotería, tampoco es algo que debemos “encontrar”, como oro en una mina o como si bastara o conseguir el trabajo adecuado o la pareja de nuestros sueños”, no. Para la Lyubomirsky, la felicidad se crea o se construye. ¿Qué determina la felicidad? En un 50%, es lo genético que no es fácil de cambiar. Si mides 1.90m probablemente podrás jugar Basket, si mides 1.50m es más difícil. Las circunstancias (riqueza, pareja, salud, etc) es solo el 10%. El 40% restante es nuestra voluntad, es decir, nuestras “actividades deliberadas”. Nosotros creamos nuestra felicidad.
El libro incluye la Escala de la Felicidad subjetiva (cuatro preguntas, entre 1-7, sobre la consideración personal). Que deja muy claros tres falsos mitos sobre la felicidad:
1. Se tiene que “encontrar”
2. Consiste en cambiar nuestras circunstancias
3. La tienes o no la tienes
Tip
El primer paso para ser feliz es decidir que quieres cambiar y luego hacer acciones voluntarias para que ese cambio suceda