¿Emociones inteligentes? – 3era entrega –

Por: Menahem Belilty

¿Son mis emociones inteligentes? eso depende de mi nivel de inteligencia emocional. Estas son algunas características de la gente con emociones inteligentes

Son motivados. Tienen capacidad para auto inducirse emociones y estados de ánimo positivos, como confianza, entusiasmo y optimismo. Se comparó el rendimiento de dos grupos de vendedores: el primer grupo eran vendedores aptos pero pesimistas, y el segundo, vendedores que no pasaron la prueba de aptitud, pero sí la de optimismo. Resultado: los vendedores optimistas vendieron más que los pesimistas. Para los pesimistas cada negativa de un cliente era la prueba de su fracaso, es decir, que era algo permanente. Los optimistas, en cambio, se motivaban pensando “debo cambiar la estrategia” o “el cliente estaba de mal humor”, por lo que atribuían su fracaso a la situación, algo temporal y se motivaban para hacer nuevos intentos.

Controlan sus impulsos: Tienen capacidad de aplazar la satisfacción instantánea en busca de un objetivo mayor.

En un estudio se les dijo a un grupo de niños que podían ya mismo tomar un chocolate, o bien, que podían tomar dos si esperaban una media hora. Años después los niños que pudieron esperar para comerse dos chocolates eran capaces de postergar el placer en interés de sus metas, eran más desenvueltos, seguros y tolerantes a las decepciones. Los que no pudieron, eran caprichosos, indecisos y propensos al estrés, por lo que tenían menos éxito.

 5. Son Sociables: Esto tiene que ver  con el conocimiento y control de las emociones y estados de ánimo de los demás. Mientras mejor interpretemos esas señales emocionales, tendremos mayor control de las que nosotros transmitimos.

TIP

Si eres un  profesional con mucho conocimiento, pero no sabes relacionarte con los demás y hacer amigos, no tienes empatía y tus posibilidades de éxito son mínimas. En un programa de televisión un periodista entrevistaba a un sujeto que comenzó a ponerse violento, para controlar la situación, el periodista le preguntó ¿es usted agresivo?. El hombre se vio obligado a contestar que no, y de ahí en adelante se calmó para evitar una disonancia entre lo que decía y lo que mostraba.